Tenemos que admitir que cuando pensamos en Carnaval, solo pensamos en colores, disfraces, Río de Janeiro y unas merecidas vacaciones. Sin embargo, su origen no tiene nada que ver… ¡Y se remonta a la época romana!
Los Carnavales son unas fiestas a las que todo el mundo espera con ilusión. Para ver las calles coloridas, las celebraciones y los disfraces. Pero, ¿de verdad sabemos por qué lo celebramos y nos disfrazamos? ¿Sabemos (realmente) su origen? Y es una respuesta muy divertida, pues hay muchas teorías sobre el origen de la festividad más colorida de todo el año.
Procedencia de los Carnavales
Su origen es el aspecto más dudoso de estas celebraciones: algunos lo sitúan en el Imperio Romano y lo relacionan con Las Saturnales, homenajes donde se celebraban en honor al dios Saturno (dios de la agricultura y la cosecha), de la mitología romana); mientras que otros lo encuentran en una época en que Grecia tuvo un gran auge, pues celebraban una ceremonia celebrando a otro de sus dioses (llamado Dionisio). Estos dos aniversarios, separados por kilómetros, están relacionados porque siempre se celebraron en el mismo momento: en febrero, nos días de transición del invierno a la primavera, cuando se realizaban grandes rituales de limpieza y purificación.

En Roma se creía que el dios Saturno vagaba por las calles, y eran necesarios rituales y sacrificios para traer de vuelta al dios al inframundo y así tener una buena cosecha en verano. Por eso se disfrazaron de dioses, celebraban banquetes y daban fiestas. Desfiles y representaciones teatrales se llevaron a cabo en el área griega. Llamaba la atención la presencia de Momo, el dios de la burla y el sarcasmo. En algunos países latinoamericanos, ahora es un honor darle las llaves de la ciudad todos los años
Aumento de popularidad de los carnavales
Cuando la mayor parte del mundo creció y se convirtió al cristianismo en la Edad Media, estas celebraciones se hicieron tan populares que por primera vez se las llamó «carnem levare», que es lo mismo que «quitar carne.» Y eso tenía mucho sentido porque estas fiestas se celebraban unos días antes del Miércoles de Ceniza, el día que comienza la Cuaresma hasta el Día de la Resurrección. Por tanto, se cubrían la cara para permanecer en el anonimato frente a estas libertades en contra de las oposiciones de la Iglesia.
Evolución y distinción de los carnavales dependiendo de la zona
Con el paso del tiempo, esta exaltación ha ido creando diferentes características dependiendo de su propio sitio de celebración. Todo el mundo sabe las icónicas celebraciones de Río de Janeiro. Un espectáculo de luces y color con el que todo el mundo sueña y ansía por ver. En cambio hay ejemplos más cercanos a nosotros que pasan desapercibidas sus celebraciones o las razones por ellas.
El Carnaval de Santa Cruz De Tenerife
La antigua tradición de estas fiestas, comenzadas en el 1600, dice que las mujeres se vestían de hombres y viceversa.
El Carnaval de Venecia
Este también queríamos ponerlo aquí porque ¡llegó a estar prohibido durante 99 años! De hecho, la fiesta que evitó que Venecia se hundiera en la miseria barroca en el siglo XVII fue prohibida por Napoleón en 1797 por temor a crear una conspiración, y solo en 1896 la fiesta se volvió a celebrar lentamente. Aquí se usaban máscaras, ahora conocidas en todo el mundo, para ocultar el rostro para no distinguir las fuerzas jerárquicas, y la nobleza se disfrazaba entre el pueblo.
Resumiendo, ni nosotras mismas sabemos el origen de estas fiestas. Lo que sí sabemos es que es una celebración llena de color que no os podéis perder por nada.
L&L