Después de un año tan duro, llega la época de disfrutar de nuestro alrededor. Este verano, lo único que queremos es poder relajarnos en un ambiente de desconexión, pero no por ello debemos destrozar aún más el medio ambiente, que es lo habitual. Conforme pasa el tiempo, más nos cargamos la naturaleza. No nos damos cuenta de que el futuro depende de nosotros y lo estamos destruyendo muy rápido.
Por ello, es hora de dar otro salto para ayudar a nuestro planeta. Durante el verano muchos optamos por ir de vacaciones a la playa; se podría decir que la gran mayoría lo hacemos. Bien, nada más entrar a la playa, ¿qué vemos? Vemos plástico, restos, cristales… No es algo que nos guste ni algo que haga ningún bien a las playas; es más, preferimos disfrutar del tacto de la arena sin tener que pisar este tipo de cosas que destruyen las playas y de las orillas limpias sin suciedad.
Respecto al primer punto, tirar las cosas a las basuras de las playas no es algo que implique mucho esfuerzo y así ayudamos a mantener a estas limpias, bonitas y sanas. Además, cuidamos todos los componentes del ecosistema y sus alrededores. Es un acto que puede cambiar tanto las playas como a las personas que vamos a disfrutar de ellas. Hagamos verlas bonitas y naturales, tal y como son.
Por otro lado, muchas veces nos olvidamos de que el mar está al lado y que todos los residuos pueden acabar y acaban ahí, contaminando y ensuciando el agua. Y no solo eso, sino que los animales marinos sufren o mueren debido a los plásticos y demás que son arrastrados hasta el mar. Esto no causa una sensación agradable: nos cargamos a seres vivos que tienen el mismo derecho que nosotros de vivir, por no tirar a la basura un simple envase u otras cosas.
Como conclusión, no aportamos ningún bien contaminando las playas y sus alrededores, ya que destrozamos lo que tenemos sin importar cómo va a estar en un futuro. Es preferible ver y disfrutar de las playas limpias, ¿Por qué no actuamos? Aún estamos a tiempo.